sábado, 28 de marzo de 2015


VIERNES DE DOLORES 2015

Suele pasar que, por muy buen tiempo que haga, si es noche de procesión, siempre hará frio. Pero anoche, hasta el tiempo estuvo de parte del Paso Negro. Porque era Viernes de Dolores, y el Paso Negro celebraba su primera estación de penitencia de esta Semana Santa de 2015.
Poco antes de las 9:30 comenzaron a llegar las primeras mantillas a la Iglesia. Don Antonio, el párroco, daba las últimas indicaciones a los monaguillos, y Berna y Maricarmen ultimaban detalles en la Sacristía. Para que todo saliera bien.




Daba comienzo la misa con las palabras de la Hermana Mayor  en la moción de entrada: "Terminada esta celebración, orgullosos procesionaremos a Nuestra Madre por las calles de Pulpí", concluía.



La iglesia ya estaba repleta, de mantillas, costaleros, fieles, familia y amigos. En su omilía, Don Antonio quiso hacer hincapié en el carácter sacro de estos días. Y desde arriba, la Coral Angel Martín llenaba la iglesia de melodías.





Se dio paso entonces a la bendición de los enseres nuevos del Paso y Jose Haro leyó un poema dedicado a la Madre Dios.




Para finalizar, Ana Mª ("La Chumba"), en nombre de la Junta Directiva, subió al atril para dedicarle unas palabras a Maricarmen, por ser este su último año como Hermana Mayor, pero sobretodo, "por su paciencia, su calma, su saber estar y su buen hacer, su entereza y su pasión", haciéndole entrega de un ramo de rosas blancas y un rosario de cuentas de plata. Regalos que Maricarmen quiso compartir con Antonia, "porque el Paso no ha tenido una presidenta, ha tenido dos, Antonia y yo."



Con la foto de familia, daba comienzo la procesión. Ramón se subía al trono a encender los cirios. Abajo, Rafa encendía los faroles de las manolas. Los costaleros iban cogiéndo sus posiciones bajo el palio y fuera, la Agrupación Musical de San Miguel, de Pulpí, esperaba en silencio.




Fuera de la iglesia, un remolino de gente guardaba un pellizco de aliento, al ver salir el trono por la estrecha puerta. Calle arriba subían ya mantillas y cofrades.





Fue una procesión tranquila, cruzada por el respeto al dolor de saber que llevamos en Procesión a la Madre de Dios.



Momentos antes de entrar en la iglesia, desde el balcón de Isabel Cervantes, llegaba la voz rota de Francisco López, que dedicaba una saeta llena de pasión y devoción a la Virgen.



En la Glorieta se iba reuniendo la gente, para ver entrar a la Virgen a su casa. Después de bailarla al compás de la banda, la Virgen de los Dolores entraba en la Iglesia. Son momentos también cargados de intensidad: de felicitaciones por el trabajo bien hecho, de llantos de emoción y de abrazos de consuelo.




¡Hasta el viernes santo!

I SERENATA A LA VIRGEN DE LOS DOLORES - 2015

Era noche cerrada. Poco faltaba para que dieran las doce de la madrugada.
En la sede del Paso Negro ya había mucho alboroto. Nervios, emoción, sentimientos a flor de piel. Porque no era un jueves cualquiera. Era la PRIMERA SERENATA del Paso Negro a la Virgen de los Dolores. Hace tiempo ya que rondaba por la mente y el corazón de los cofrades del paso, el dedicarle una serenata a nuestra Virgen. Y este 2015, año de reformas y despedidas, ha querido ser también el año de la primera serenata.
Se acercaban las agujas del reloj a la media noche. Se daban últimos retoques al trono, se daban las últimas órdenes a los costaleros, la gente se arremolinaba a la puerta de la sede,  cuando, de repente, por la esquina  de la Plaza Virgen de los Dolores, giraba la Agrupación Musical de San Miguel, de Pulpi. Que emocionante sorpresa, verlos llegar tocando sus instrumentos, para rendir homenaje a la Virgen de todos.


Comenzaron las campanas de la Iglesia a marcar la media noche. La presidenta, en nombre del Paso, pidió un minuto de silencio por las víctimas de la tragedia aerea de los Alpes. El recogimiento era total en la Sede de la Hermandad.




 Tras el sentido homenaje, y mientras las campanadas resonaban como un lejano eco en la noche pulpileña, se arrancaban los tambores, lentamente, con respeto, mientras se abrían de par en par las puertas de la Sede, mostrando a los fieles allí reunidos una imagen cargada de misterio y fe. La Virgen de los Dolores, solo iluminada por las velas del trono, se mecía ya a hombros de los costaleros, que poco a poco, al ritmo de la música, iban sacándola de la sede, para que todos la puedieran admirar.





Qué maravilloso contraste, entre la oscuridad de la noche, y la luz que emitía el trono, mientras Rafa le gritaba con una voz que le salía del alma misma ¡Viva la Virgen de los Dolores! ¡Sacadla que la veamos! Lágrimas le caían a algunos, todos aplaudían, y la trompetas sonaban rompiendo el silencio.





Momentos después, al golpe de marillo, Juan, el capataz, posaba a la Virgen en el interior de la sede.
A continuación, Maricarmen desde el coro, le dedicaba una saeta a su Virgen. "Eres gloria y regocijo, eres cariño y anhelo, eres consuelo y cobijo, eres la reina del cielo", cantaba desde las alturas.



 Acompañados de la música de la Agrupación Musical de Vera, todos los allí presentes nos dirigimos en comitiva tras el trono, hasta la Iglesia.




Era tal el espectaculo de fe y devoción
que hasta la luna, arriba en el cielo,
se dejó cubrir con las nubes
para no robarle protagonismo
a la Reina del Paso Negro,
la Virgen de los Dolores.








domingo, 22 de marzo de 2015

LEVANTÁ 2015


Eran mas de las once y media de la noche del pasado viernes, cuando se puso a llover. Una lluvia que empezó como quien no quiere la cosa y que acabó con relámpagos y truenos. 
Pero antes de las lluvia, de los truenos y de los relámpagos, vivimos momentos de celebración, orgullo cofrade y alegre hermandad. Porque el pasado viernes celebrábamos la Levantá del Paso Negro 2015, en honor de Don Jesus Zapata Rueda, Jesus el cura para los amigos, que llegó repartiendo besos, abrazos y sonrisas para todos.




La llegada de Jesus Zapata hizo mas ruido si cabe que los truenos que vendrían después, pues llegó acompañado de la Agrupación Musical San Miguel Arcángel, de Pulpí, que a las puertas de la recién reformada sede, hizo sonar sus trompetas y tambores al ritmo de marchas procesionales.





Una vez hubo llegado todo el mundo, la Hermana Mayor del paso pidió silencio, y leyó unas palabras dedicadas a don Jesus Zapata, al que definió con cariño como mas que su antiguo párroco, su amigo. Maricarmen aprovechó la levantá, con permiso de los cofrades, para dar las gracias por los apoyos recibidos en los 6 años de su presidencia, que ya toca a su fin. Y para celebrar con una persona tan especial para ella y para el paso, como es Jesus Zapata, la alegría y el orgullo de haber podido trabajar para el Paso Negro y para la Virgen de los Dolores.





A continuación, Jesus Zapata en su discurso, resaltó la labor de los tres capataces y contraguías del Paso, Juan, Daniel y Tamara, a los que dedicó palabras de admiración. Destacó la elegancia de Juan Martínez, la seriedad de Daniel Rodríguez, y la firmeza de Tamara Pérez. Quiso acordarse de todas las personas importantes para el Paso Negro y sus hermanos que había fallecido desde su etapa como Párroco del pueblo. Fueron momentos tristes por los recuerdos pero llenos de consuelo en la voz de Don Jesus. Una voz que poco a poco se iba alzando para pedir una oración por todos y por nuestra virgen !Al cielo con ella! gritó, ¡al cielo con la reina del Paso Negro!



Como en cada Levantá, se hizo entrega al homenajeado de una placa conmemorativa del acto, y en este caso, de un ramo de rosas rojas a la madre de Jesus Zapata, que emocionada y agradecía salía a recoger las flores. Pero la presidenta quería que el acto no terminara aquí, y quiso hacer entrega a Jesus de un regalo mas, "porque se que la placa la vas a poner en tu despacho y no la vas a mirar, pero se que lo que te voy a dar ahora no vas a poder dejar de mirarlo", dijo, y le hizo entrega de un cartel con la imagen de la Virgen de los Dolores, tan venerada por Jesus, que emocionado, besaba el cuadro.





Tras un breve poema lleno de alegría y esperanza de Ana Peregrín, Jesus Zapata cogió el martillo de Capataz, y en un golpe certero, dio comienzo a la primera Levantá del Paso Negro de 2015. Desde el coro, comenzaon a llegar los primeros compases. La Agrupación Musical San Miguel acompañó la salida de los tronos con su música. Trompetas y tambores marcaban el ritmo de los costaleros y arrancaban un largo aplauso a todos los allí presentes.












Como decíamos al principio, terminamos la noche pasada por agua, pero con el estómago calentito después del tradicional chocolate con torta ofrecido por la hermandad. Como dijo la presidenta al dia siguiente: Levantá lluviosa, Levanta gloriosa.




Aprovechamos para recordaros que el próximo lunes, martes y miércoles, tendrán lugar los triduos a cargo del Paso Negro. A las 8 de la tarde, en la Iglesia. ¡Os esperamos a todos!